lunes, 25 de marzo de 2013

[Colaboración] Los clásicos y su centralidad en la teoría social. Por Leonel Farias.

Con este artículo que hoy nos envía para su difusión Leonel Farías Molina, profesor de Sociología en el Liceo Logosófico, inauguramos esta sección en la que difundiremos los artículos tanto de investigación como de actualidad que nos envíen los compañeros que así lo deseen.

RESUMEN: El presente artículo presenta de forma breve una reflexión cuyo objetivo consiste en ser un disparador para que cada lector interesado en el área de la teoría sociológica, pueda pensar sobre la relevancia o no del pensamiento de los autores clásicos en el contexto actual.

PALABRAS CLAVE: Clásicos, totemismo, contemporáneos, teoría, contexto, realidad.

Los clásicos y su centralidad en la teoría social.

Leonel Farias

Cabe mencionar que Jeffrey Alexander, autor del texto “La centralidad de los clásicos”, sostiene que éstos pensadores son producto de la investigación a los que se les otorga una posición privilegiada frente a las investigaciones contemporáneas, es decir, aquellos autores que a través de las reinterpretaciones, han conformado nuevas corrientes, como es el caso de Bourdieu que toma aspectos de la corriente marxista considerada como clásica, criticando a la sociedad francesa del siglo XX.

Por tanto, de una investigación teórica de un autor clásico surge una especie de continuidad a través de la historia, conformada por varias corrientes y variados objetos de estudio en distintas áreas disciplinares.

Se piensan a los clásicos como fuentes para adquirir información empírica, es decir, constituyen una vía para la comprobación de sus teorías en la realidad social por medio de los hechos, sus textos serían convertidos entonces, en teorías no contrastadas 1. Por otro lado, se piensa también, que estos textos clásicos pueden ser estudiados como documentos históricos en sí mismos.

En mi opinión, considero que los clásicos son importantes en la medida en que elaboraron los cimientos para el logro de la disciplina, en este caso, la sociología, ahora cuando digo “cimientos”, no me refiero a “toda la casa” metafóricamente hablando, es decir, a la sociología en sí, ya que dicho campo del conocimiento no debe estancarse únicamente en la historia de los aportes clásicos, si debe tomarlos en cuenta para la investigación que se quiera realizar de un fenómeno actual 2., pero hay que precisar que la sociedad es dinámica, y por tanto, cambiante, esto genera que haya necesariamente en el investigador una mentalidad resignificativa que no se estanque meramente en los clásicos, pues si lo hiciera, creo que su postura no tendría demasiada fiabilidad en la realidad actual.

Y aquí entro al tema de la contextualización de la teoría, pues considero relevante, que una teoría clásica sea analizada desde el contexto histórico en el cual ha surgido, pues se tiende a olvidar su origen y ubicación, ya que lo mas importante parece ser lo que los propios clásicos afirmaron y no en donde y por qué lo afirmaron, viéndose a la teoría como ahistórica e independiente de la sociedad en la que se ha engendrado, esto en muchas oportunidades genera confusiones que no permiten visualizar algunas de las afirmaciones de los clásicos en la realidad cotidiana actual.

Con esto no quiero decir que los clásicos no sean útiles en la realidad, sí lo son, pero sus posturas deben ser adaptables y contrastables con la realidad, ofreciendo categorías de análisis que permitan empíricamente observar aquellas líneas teóricas de los clásicos que se dan en la realidad de hoy, y como se producen, pues, cada contexto social es diferente 3., y ademas tener en cuenta aquellas vertientes que no se generan, y porque no se generan, tomando en cuenta la época en que fueron producidas dichas afirmaciones.

Entonces, he aquí una pregunta que nos podemos hacer ¿Qué lugar se le esta dando a los pensadores contemporáneos de la Sociología?

Volviendo al término “cimientos”, he dicho que me refiero a los clásicos como fundadores de la disciplina pero no como acaparadores absolutos de la misma, para construir una casa, la base son los cimientos pero solo con eso no basta, se necesitan mayores elementos para así poder construir una casa que a lo largo del tiempo se le puedan modificar ciertas áreas o aspectos, con esto digo que la sociología es progresiva, al tener como objeto de estudio a la sociedad, por ende, seria muy vago dejar la casa así como esta sin añadirle mas elementos que la hagan mas enriquecida, con esta metáfora digo que es necesario tomar en cuenta los aportes que van surgiendo, las nuevas investigaciones, pues hoy estamos en una sociedad de la información, en la cual debemos estar atentos y actualizados, aspecto desafiante en el contexto posmoderno debido al flujo de información y al poco tiempo que disponemos para procesarla y organizarla de modo crítico y reflexivo.

Los contemporáneos entonces, son quienes hacen crecer a la disciplina y otorgarle forma, sin dejar de lado a los impulsadores de la misma, pues es gracias a ellos que emerge el resto de los pensadores, ya sea para apoyar sus afirmaciones, o para criticarlas y realizar nuevos aportes, es decir, para identificarse con una determinada corriente o rechazarla, etc.

Mucho del status privilegiado y del totemismo otorgados fomentan la idea de que un autor clásico y sus postulados son sinónimos del mismo conocimiento científico, cosa que considero errónea, pues el conocimiento científico no son meramente los postulados clásicos, esto va mas allá debido a su carácter progresivo, no debiendo anclarse en la historia, si tomarla en cuenta para la falsación o afirmación de sus posturas en la realidad actual.

Por consiguiente, el discurso sobre las obras clásicas se convierte en una forma de debate; en donde la investigación de su nuevo significado, a su vez, reorienta el trabajo científico, le da posibilidades de enriquecer la disciplina con nuevos aportes dejando así de estancarse en los discursos clásicos. En suma, la riqueza teórica de los autores clásicos nos arroja luz para la formulación de nuevas teorías que revivan la interpretación y explicación de los fenómenos sociales.

Esta misma riqueza defiende la construcción del conocimiento; defendiendo también el abordaje de la sociedad como proceso. Esto además implica colocar los cimientos y elementos fundacionales de las ciencias sociales con los cuales se abren nuevas líneas de investigación y se derivan teorías de menor alcance y con menor pretensión totalizadora, como la que tienen los clásicos, es decir, que aquella idea de querer encontrar una explicación única y verdadera para el todo de la sociedad, hoy en día sabemos que no es posible, por ello la necesidad de estas teorías de menos alcance, que como plantea Merton, trabajen con conceptualizaciones concretas, sin quedarse en la preocupación por generalizar, acercándose mas a los datos empíricos de las investigaciones sociales, en otras palabras, aproximarse a los fenómenos de la realidad actual.

Las obras clásicas son fuente de inspiración y estímulo para el abordaje de procesos de la realidad social, pero no son la vía única para explicar la sociedad de hoy. A veces los sociólogos hablan en forma compleja y rígida 4., es decir lejos de lo cotidiano; sin embargo la sociología se encuentra en todo lugar que habita y deshabita la persona, ahí está la reflexión y la interpretación de donde vivimos.

Sin embargo, para que puedan hablar con fundamentos, las opiniones se encuentran fundamentadas en clásicos de la sociología, partiendo de ellos, el individuo común puede discutir en la práctica social reproduciendo así una determinada teoría, esto es clave para nosotros como individuos, ya que le otorgamos valoraciones a la realidad social, nuestro objetivo debe ser por tanto, tratar de desnaturalizar lo naturalizado 5., es decir, discutir las visiones teóricas de los clásicos construyendo, de esta manera, discursos sociales, con esto quiero decir que considero inviable la postura de que la práctica social en cuanto al discurso que tenemos como individuos sea impuesta, no es viable reproducir a los clásicos sin cuestionarlos ni contextualizarlos, como desafío creo resulta interesante promover los debates sociales acerca de las diferentes visiones de la realidad.

Por último, la discusión se centra entre aquellos que dicen que situarse desde los clásicos es otorgarle un rango de privilegio, de seguridad, de casi una alabanza religiosa, y otros que igual parten desde los clásicos, pero con la diferencia de no considerarlos como explicación única y absoluta de la realidad, sino de alguna manera, progresar en cuanto a lo señalado en otras épocas, en otros contextos, en mi caso consideré viable para el presente desarrollo temático esta segunda postura.

Cabe afirmar que también existe una tercera corriente que señala la inutilidad de los clásicos; pudiéndose levantar opinión sin citar a nadie: Weber no citaba a Weber, ni Durkheim citaba a Durkheim, pero ¿Qué significa hablar desde los clásicos?  Un ejemplo sería decir que los trabajadores generan riqueza, están contentos en sus puestos de trabajo, y por ende todos progresamos, incluso algunos creen que con ello se ganan el cielo una vez que ya no estén entre nosotros, y esto no lo digo yo, lo dicen los clásicos.


1. “… la ciencia social deberá prescindir de los clásicos; a corto plazo, tendrá que limitar muy estrictamente la atención que se les preste. Solo habrá de recurrirse a ellos en busca de información empírica”. Jeffrey C. Alexander. La teoría social, hoy: La centralidad de los clásicos. Ed. Alianza. p. 24.

2. “… es posible explicar nuevos fenómenos sin renunciar a las formulaciones generales”.  Ídem. p. 30.

3. “Antes de poder identificar el contexto que ayuda a esclarecer el significado de una obra dada ya hemos de haber alcanzado una interpretación que indique qué contextos es más útil investigar como ulteriores puntos de apoyo para la interpretación. La relación entre un texto y su contexto adecuado es, dicho en pocas palabras, un caso de círculo hermenéutico”. Skinner: 1976, p. 227.

4. “Merton lamenta que casi todos los sociólogos se consideran cualificados para enseñar y para escribir la historia de la teoría sociológica”.  Jeffrey C. Alexander. La teoría social, hoy: La centralidad de los clásicos. Ed. Alianza. p. 48.

5.“Lo que la teoría social precisa es recuperar una noción del agente humano cognoscente. … los científicos sociales olvidan que la mayoría de lo que hacemos como seres humanos lo hacemos intencionalmente, y que somos conscientes de las razones para hacerlo”. La idea (conciencia práctica) se refiere a todas las cosas que conocemos y debemos conocer en tanto que actores sociales para que se produzca la vida social, pero a las que no damos necesariamente una forma discursiva”. Anthony Giddens. En defensa de la sociología. Traducción: Jesús Alborés Rey. Alianza Editorial, 2000.


3 comentarios:

  1. Saludos.

    Mi pregunta es: En el principio de la sociología no había clásicos a los que mencionar ni teorías establecidas que seguir. Aun así los ahora llamados clásicos llevaron la sociología por un camino, para algunos más para otros menos, acertado.
    ¿Son los clásicos realmente necesarios para el estudio sociológico?

    En mi opinión casi todas las ciencias han ido a más cuando han realizado rupturas competas con sus raíces.

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  2. ¿Cómo vas a tratar de predecir los posibles caminos de la deriva de la sociedad, sin tener en cuenta, la proyección humana dentro de la línea del tiempo?
    La ruptura frente al imperativo del dominio de los clásicos, viene de un reconocimiento que se puede observar en la historia, de una proyección también presenta y también futura. Con todas las posibilidades que ello abre, especialmente la proyección futura, con sus múltiples posibilidades.
    Pero creo que para poder realizar dicha proyección, es necesaria, una visión de las otras perspectivas temporales que conocemos del ser humano. Sus actos, sus palabras, y reflexiones, nos conforman en cuanto se difunde a través de estructuras sociales. Y aunque hay procesos discontinuos en la historia (por mucho que los narrativicemos), las estructuras cambian o desaparecen por un cúmulo de situaciones, donde el papel del actor social, no se puede negar. Así creo que los llamados "padres de la sociología" participan como actores en ese fluir de estructuras a las cuales nos pretendemos acercar.
    Son una de las valiosas visiones,con las que dialogar, y criticar.

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  3. Abrir una postura respecto al aporte de los clásicos requiere de una revisión concreta sobre los aspectos directrices o centrales de cada uno de ellos e incluso su influencia e transformación exegética posterior. Hablar en un largo preámbulo sin entrar en materia, por ejemplo sobre su método de investigación, la escuela que representó o sus variaciones se hace una tarea estéril. El autor debe profundizar y entrar a conciliar los entramados de los clásicos con verdadero paso firme, porque lo dicho sigue siendo un preámbulo para un tema que se hace bastante interesante, es decir , el tema está como para alquilar balcón.

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